Este entorno natural, conocido como "Paraje de los Molinos", situado a 3 Km. de Vejer, pueblo al que pertenece esta pedanía, está declarado Monumento Natural por su riqueza de paisaje.
Actualmente Santa Lucía,
tiene unos 193 habitantes, que basan su economía en la agricultura; en
sus tierras existen abundantes huertas y árboles frutales. Cuenta con
una exuberante vegetación, debido a la riqueza del suelo y a la cantidad
de agua existente, ya que está ubicada en la ladera de la Meseta de la Muela.
Junto al acueducto
de origen posiblemente romanoque se encuentra en este paraje natural se
construyeron siete molinos de agua (cinco en la actualidad) del siglo XV,
que se utilizaban para moler trigo y obtener harina. En la actualidad
se conservan algunas piezas de éstos, como por ejemplo, restos de los
cubos y varias piedras de molino.
El agua, que procede del Manantial de la Muela,
es en su día conducida mediante una delicada obra de ingeniería que
aprovechando los desniveles naturales del terreno, o creándolos
artificialmente mediante acueductos, permite el funcionamiento de cinco
molinos denominados: Santa Lucía, Hoyo, Batán, Garrobo y Miraflores. Derivaciones transversales a la vena de agua principal dan pié al riego de las huertas del entorno.
Todos estos molinos eran propiedad de los Duques de Medina Sidonia que cobraban una renta para su uso. A principios del XX el Conde de Villariezo
hereda Santa Lucía de la Casa Ducal y crea una empresa eléctrica, que
abastecía de luz y agua a la población de Vejer, convirtiéndose en uno
de los primeros pueblos en contar con estos servicios en domicilios
privados.
La red de agua pasó a ser municipal en 1949, siguiendo el agua en propiedad de los Villariezo. En 1978 el municipio compró los manantiales.
Santa Lucía, gracias a su exuberante vegetación y belleza se ha
convertido en un importante lugar para disfrutar del turismo rural.